jueves, 12 de enero de 2012

Resumen sobre la Constitución de 1812.

11nov
Ligeramente retocado del texto que aparece en http://www.juntadeandalucia.es/averroes/concurso2004/ver/01/culturandaluza/16constitucion.htm#Resumen

Breve descripción
Norma jurídica fundamental del Estado español aprobada por las Cortes Constituyentes, reunidas en Cádiz desde 1810 a 1814 debido a la Guerra de la Independencia. Fue promulgada el 19 de marzo de 1812 (día de san José, ¡Viva la Pepa!).

Era la primera Constitución otorgada en España que estableció por primera vez
  • la soberanía popular (el poder se funda en el pueblo)
  • y la división de poderes ( poder ejecutivo, legislativo y judicial )
Es la más extensa de todas las constituciones históricas españolas ya que consta de
  • 384 artículos distribuidos en
  • 10 títulos que a su vez se dividen en
  • capítulos.
De carácter muy rígido, esto es, de muy difícil reforma,
Destaca la pretensión de introducir, frente al Antiguo Régimen, una nueva y completa organización del Estado basada en principios liberales.

Contexto histórico
Se elabora

  • en el contexto bélico de la guerra de la Independencia (1808-1814)
  • sin la presencia del Rey, (entendiéndose como acto soberano de una nación que se gobierna y se define a sí misma)
Fue redactada
  • en la isla gaditana de León (S.Fernando),
  • en una asamblea constituyente que podría considerarse el primer Parlamento español en sentido moderno.
    • integrada por una serie de diputados, en buena medida, suplentes -debido a la guerra-
    • predominantemente liberales
    • influidos además por el ambiente reformista y burgués de Cádiz
    • en su mayoría, no obstante, eran eclesiásticos, (lo que sin duda, contribuyó a la declaración que la Constitución hace de la obligada confesionalidad “nacional” del Estado).
La Constitución de 1812 respondía a los nuevos principios liberales definidos tras la revolución francesa:
  • la división de poderes (arts. 15, 16 y 17),
  • el mandato representativo (art.27)
  • y la soberanía nacional (art.3: “la soberanía reside esencialmente en la Nación, y por lo mismo pertenece á esta exclusivamente el derecho de establecer sus leyes fundamentales”),
Conforme al último de los principios, el Rey ya no era el titular del poder soberano sino que se encontraba limitado y sometido a la Constitución que debía jurar guardar (art. 173). Lo pone de manifiesto el art. 2: “la nación española es libre e independiente y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”. La Monarquía pasaba a ser tan sólo una forma de gobierno por la que la Nación, en uso de su soberanía, optaba.
La soberanía nacional no era, sin embargo, representativa de democracia o soberanía popular, puesto que
  • el sufragio activo no era plenamente universal -se excluía a
    • las mujeres,
    • los sirvientes domésticos
    • y en el caso americano a los grupos étnicos esclavos
  • y, a la vez, el sufragio pasivo presentaba carácter censitario, puesto que para ser elegido diputado era necesario “tener una renta anual proporcionada, procedente de bienes propios”
La Nación real, resultaba constituida así tan sólo por los electores y los elegibles (los ciudadanos con derechos políticos, no todos los españoles). Por lo demás, a diferencia de las constituciones posteriores, el procedimiento electoral era indirecto, organizado en cuatro fases que suponían la elección de compromisarios
  • de parroquia,
  • de partido,
  • de provincia
  • y finalmente los diputados provinciales a Cortes
Parte ideológica
Se aseguraba expresamente la protección
  • del derecho de propiedad
  • la igualdad ante la ley
  • la prohibición de detenciones arbitrarias,
  • la inviolabilidad del domicilio (art. 306)
  • o la abolición del tormento como pena corporal (art. 303) (R. Morán).
Con limitaciones serias
  • la libertad religiosa
  • la libertad de prensa
Parte organizativa
Poder legislativo: Parlamento unicameral
  • la reunión de todos los diputados que representan la Nación, nombrados por los ciudadanos
  • independencia de las Cortes con respecto al poder real
Poder jecutivo: el rey
  • el Rey, como poder constituido comparte con las Cortes la iniciativa legislativa (arts. 15 y 171.14ª)
  • y es el titular de la potestad ejecutiva (art. 16), correspondiéndole el desarrollo reglamentario de las leyes aprobadas por ellas, así como funciones de orden público y seguridad del Estado, pudiendo, para ello, mandar los ejércitos y “disponer de las fuerzas armadas” (171.8ª)
Poder judicial: los tribunales
  • el art. 243: “ni las Cortes ni el Rey podrán ejercer en ningún caso funciones judiciales…”
  • y el 245 “los Tribunales no podrán exercer otras funciones que las de juzgar y hacer que se execute lo juzgado”.
Por lo que se refiere a la organización del Estado
  • Establecía la división territorial en provincias,
    • situando al frente de cada una de ellas, para el control del gobierno político, a un “jefe superior”, con plenos poderes, nombrado por el Rey (art. 324)
    • y junto a él, una diputación provincial, como órgano colegiado y electivo con competencias de fomento, recaudación y control de la administración local, presidida por el jefe político y abría la posibilidad de que el Rey suspendiese a sus titulares si bien con la obligación de dar cuenta a las Cortes (art. 336), que tenían entre sus atribuciones definidas las de informar a las Cortes de las infracciones cometidas contra la Constitución en la provincia (art. 335). La provincia es también el espacio de organización de las Milicias Nacionales, controladas diréctamente por los organismos locales.
  • Respecto a los municipios, los ayuntamientos, también electivos, aparecen ya con caracteres plenámente liberales.
    • vinculados a las Diputaciones provinciales, a las que deben rendir cuentas económicas anuales,
    • introducían, frente al Antiguo Régimen, nuevos cargos, comunes ahora a todo el territorio peninsular como el alcalde que ya no tiene competencias judiciales sino administrativas y de presidencia del consistorio .
Procedimiento de reforma
El art. 375 introducía una claúsula temporal de intangibilidad
  • hasta pasados ocho años después de haberse puesto en práctica la Constitución en todas sus partes, no se podrá proponer alteración, adición ni reforma en ninguno de sus artículos
  • debiendo aprobar la propuesta unas segundas y terceras Cortes por mayoría, en ambas, de dos tercios (arts. 377 a 381).
  • la exclusión que se hacía del Monarca de la reforma constitucional, como lo había sido del propio poder constituyente.
Vigencia
La Constitución de 1812 estuvo vigente en tres períodos alternos:
  • la guerra de la independencia desde 19 de marzo de 1812 hasta 4 de mayo de 1814 en el territorio dominado por las tropas hispanas,
  • el Trienio Liberal, tras el pronunciamiento de Riego, desde el 10 de marzo de 1820 hasta el 1 de octubre de 1823
  • y desde el motín de La Granja, el 13 de agosto de 1836, hasta la promulgación de la Constitución de 1837.

http://bib.cervantesvirtual.com/portal/1812/presentacion.shtml
http://youtu.be/DxxpMP90v5Y


miércoles, 11 de enero de 2012



La Constitución española de 1812, también denominada La Pepa, fue promulgada por las Cortes Generales de España el 19 de marzo de 1812 en Cádiz. La importancia histórica de la misma es grande, al tratarse de la primera Constitución promulgada en España, además de ser una de las más liberales de su tiempo. Respecto al origen de su sobrenombre, la Pepa, fue promulgada el día de San José, de donde vendría el sobrenombre de Pepa.
Oficialmente estuvo en vigencia dos años, desde su promulgación hasta el 19 de marzo de 1814, con la vuelta a España de Fernando VII. Posteriormente estuvo vigente durante el Trienio Liberal (1820-1823), así como durante un breve período en 1836-1837, bajo el gobierno progresista que preparaba la Constitución de 1837. Sin embargo, apenas si entró en vigor de facto, puesto que en su período de gestación buena parte de España se encontraba en manos del gobierno pro-francés de José I de España, el resto en mano de juntas interinas más preocupadas en organizar su oposición a José I, y el resto de los territorios de la corona española (los virreinatos) se hallaban en un estado de confusión y vacío de poder causado por la invasión napoleónica.
La constitución establecía el sufragio universal masculino indirecto, la soberanía nacional, la monarquía constitucional, la separación de poderes,[1] [2] la libertad de imprenta, acordaba el reparto de tierras y la libertad de industria, entre otras cosas